La inflación ha mostrado una trayectoria a la baja en meses recientes, pero en la primera quincena de noviembre repuntó a 4.32 por ciento anual, impulsada por el componente no subyacente, donde los productos agropecuarios como frutas y verduras ejercieron presiones al alza.
El componente no subyacente se caracteriza porque sus precios suelen tener mayor volatilidad, como los productos del campo y que reaccionan a las condiciones climáticas o de la temporada.
Tan solo en la primera mitad de noviembre, la no subyacente se ubicó en 1.41 por ciento anual y en su interior los productos agropecuarios reportaron una inflación de 3.04 por ciento que a su vez mostró que las frutas y verduras tuvieron un incremento anual de 6.02 por ciento y los productos pecuarios de 0.60 por ciento anual.
De las frutas y verduras, el chile poblano mostró una inflación anual de 66.09 por ciento; el chayote, 26.61 por ciento; la guayaba, 15.76 por ciento, y la uva, 14.60 por ciento en la primera quincena de noviembre.
Del resto de los productos agropecuarios, el huevo tuvo un aumento anual de 4.51 por ciento, de los productos más consumidos por los mexicanos y la carne de res subió 2.27 por ciento anual.
Frente al aumento en los productos de los alimentos, es difícil que los hogares perciban la disminución general de la inflación, ya que también los alimentos procesados muestran tasas elevadas.
En este sentido, los alimentos, bebidas y tabaco tuvieron una inflación de 6.78 por ciento anual, muy por encima del 4.32 por ciento general.
“La mala noticia estuvo en el repunte de mercancías alimenticias y servicios, dentro del componente subyacente”, destacó la directora de análisis económico de Banco Base, Gabriela Siller.
La otra ‘cara’ de la no subyacente
Otro de los aspectos que ejerció presión en la inflación fueron las tarifas eléctricas.
De hecho, la electricidad fue la que tuvo una mayor incidencia y a tasa anual mostró un aumento de 3.73 por ciento.
Lo anterior se debió a que finalizó el programa de tarifas eléctricas de temporada cálida terminó su periodo de vigencia en las siguientes ciudades: Mexicali, Ciudad Juárez, Culiacán, Chihuahua, Hermosillo, Matamoros, Colima, La Paz, Huatabampo, Jiménez y Esperanza.
Sobre otros energéticos, la gasolina de bajo octanaje tuvo una inflación anual de 1.51 por ciento y la gasolina de alto octanaje de 1.41 por ciento en la primera quincena de noviembre.