“Trabajamos en equipo y somos nuestras propias jefas”, afirman mujeres apoyadas por la Sedec

Sea en la cocina tradicional, elaboración de pan, artesanías, venta de carne o producción de cerdo, mujeres de cinco municipios de origen indígena dan testimonio de la experiencia de cómo capacitándose y aliándose para trabajar en equipo, logran mejora económica para sus familias y, sobre todo, empoderamiento.

Una de ellas, es Micaela Herrera Gómez, representante de la organización Granja y Agua a las Mujeres Productivas de Jonuta, dedicada a la producción de cerdos, una de diez organizaciones apoyadas por el Programa de Impacto Social y Empoderamiento Económico para las Mujeres de la Secretaría para el Desarrollo Económico y la Competitividad.

Micaela presume que luego de un año de capacitación impartida por personal de la asociación Emmana Social y la Fundación Kaj Bauch, además de haber recibido equipamiento por parte de la Sedec, le invade ahora – al igual que a sus compañeras-, una satisfacción por contar con su propia fuente de trabajo, horario de trabajo y no tener jefes.

“Tenemos otra fuente de trabajo, donde nuestros ingresos son de nosotras mismas. Somos nuestras propias jefas. Nosotros ponemos el horario, gracias a Dios. Es una experiencia diferente a la que habíamos tenido”, comenta.

La organización que representa Micaela recibió en un evento encabezado por el gobernador Carlos Manuel Merino Campos, a inicios del mes, 40 cerdos en pie, 220 sacos de alimento balanceado, 40 cajas de desparasitante, 240 dosis de sanitizante, una báscula colgante y hasta 30 servicios de castrado.

En Jonuta, otro grupo de nueve mujeres se abrió camino hacia el progreso, a partir de organizarse y recibir conocimiento sobre formulación de proyectos productivos, técnicas de negociación y hasta de solución de conflictos, para la apertura de una carnicería, denominada “Las Jonutecas”, en la que todas participan no sólo en la venta de cárnicos y trámites del negocio, sino hasta en la elaboración de longaniza, chicharrón y morcilla.

Rafaela Ojeda, da testimonio que todas las integrantes tienen el común denominador de ser también mamás y, por lo tanto, al estar unidas y bien organizadas, no descuidan el hogar.

“Mi experiencia ha sido muy bonita, con mucho trabajo, pero lo hacemos con mucho amor. Para empezar, soy coordinadora de esta carnicería, pero a la vez soy mamá; soy esposa. Tengo otros compromisos, tengo otro trabajo, nos gusta, porque buscamos la manera de damos el tiempo para lo que es nuestra carnicería, nuestro propio negocio”, expresa orgullosa.

Relata que las integrantes saben la importancia de la responsabilidad, reunirse y organizarse como agrupación, por lo que tienen bien repartidos sus roles, de acuerdo a la capacidad de cada una de ellas, de tal forma que quienes integran la carnicería “Las Jonutecas” ofrecen embutidos que ellas mismas preparan y entre todas se ayudan.

“Aquí, nos dividimos el trabajo de la carnicería: la que corta, la que hace la longaniza, que le pone su sazón, la que hace los chicharrones, la que hace las carnitas (que acaban de probar), las que hacen la morcilla”, menciona.

Ha sido una tarea de aprendizaje cotidiano, reconoce, en el que sabe que, como empresarias, no es cuestión sólo de abrir el negocio y llevar una contabilidad, sino también de cumplir responsabilidad con diversas dependencias.

“Cada quien tiene su trabajo y lo sabe desempeñar También nos dividimos en cómo ir acomodando los costos, el que cobra, el que paga, el que cuando nos toca ir a pagar al municipio, todo eso, vamos poco a poco aprendiendo en dónde movernos, con quién movernos, con qué personas hablar para que también se nos faciliten las cosas”, reconoce Rafaela Ojeda.

En el caso de esta organización de mujeres, su esfuerzo de organización y capacitación, valio la pena que, recibieron de la Sedec: Una cámara de refrigeración, una sierra eléctrica, un molino de carne, un enfriador-exhibidor, una báscula digital, otra báscula colgante, un generador de energía de 5 mil 500 watts, un cilindro de gas de 30 kilos y sus accesorios, una mesa de acero, un quemador industrial, un caso para freír el chicharrón, un equipo de cuchillos y dos ventiladores.

En la villa Tapijulapa, del municipio de Tacotalpa, Ondina Mendoza Urbina, asegura que valió la pena todo como el apoyo que les brindaron las organizaciones filantrópicas, como la Sedec a quienes integran la agrupación Las embajadoras de Garrido, porque, reconoce, la economía de sus familias quedó muy diezmado por la pandemia del COVID, pese a que vive en un Pueblo Mágico.

“Vendo tortas, quesadillas gringas viernes, sábado y domingo, taquitos, taquitos de carne asada. Pero, debido a todo lo que ha pasado, las situaciones que hemos tenido de la pandemia y todo eso, nuestras ventas bajaron, bajaron mucho, porque, ya fue toda la nueva modalidad, de entregas a domicilio”, recuerda.

En el caso de esta agrupación, recibió una estufa industrial, un refrigerador-exhibidor, utensilios de cocina, licuadoras, entre los principales apoyos.

Por la capacitación y el equipamiento recibido, admite, están venciendo la situación precaria en la que se encontraban y ahora, remarca, se sienten emprendedoras.

“Ellos nos ayudaron a saber trabajar por equipos, porque lo que pasa es que a veces, no sabemos trabajar en equipo y gracias a todo esto, a las capacitaciones que hemos tenido, hemos logrado concretar un buen grupo de mujeres emprendedoras y saber trabajar unidas”, señala.

Ondina, dice que por todos beneficios es necesario que más mujeres de poblaciones indígenas se acerquen a la Sedec para conformar otros grupos productivos y vivan la experiencia de ser emprendedoras y empoderarse.

“Al decir la palabra emprendedoras, piensan que es otra cosa. Somos las que andamos en la calle vendiendo nuestros artículos, los tamalitos, que la longaniza, que todas nuestras cosas que nosotros elaboramos y a veces, ellas no quieren un compromiso, pero nosotros, yo les hago una invitación a las compañeras de nuestro poblado que vengan y se unan a nosotras, se unan a este hermoso equipo que sabemos que la Sedec y que las personas que ya antes he mencionado nos cumplen y nos han cumplido”, manifiesta.

A la fecha, con el apoyo del Gobierno de Tabasco, hay operando un total de diez proyectos productivos en los municipios de Nacajuca, Tenosique, Jonuta, Macuspana y Tacotalpa.

El titular de la Secretaría de Economía, Federico García Mallitz, en los diversos eventos de este proyecto, ha dado las gracias a la señora Carmen Linares de Ojeda, presidenta de la Asociación Kaj Buch, quien desde el 2021, dio la idea de crear este tipo de alianzas entre mujeres y la dependencia estatal a su cargo, para dar fuentes de trabajo y empoderamiento a favor de las mujeres.

Lo que siguió fue elaborar el diagnóstico e impulsarlo con recursos del Fideicomiso para el Fomento y Desarrollo de las Empresas del Estado (FIDEET), y así crear este programa.

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