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El dengue es un virus que ante los primeros síntomas es necesario que la persona enferma acuda al médico, ya que de lo contrario corre el riesgo de agravar su estado de salud e incluso, el riesgo de muerte, advirtió Alfonso León Hernández, médico internista del Hospital Juan Graham Casasús.
En una amplia entrevista que ofreció al Programa Salud y Bienestar en Casa de Televisión Tabasqueña, el especialista señaló que a como otras enfermedades infecciosas, el dengue es asintomático en la mayoría de los casos y sólo en el 15 por ciento se presentan signos, pero aún con ello, es importante que, con la mínima sospecha, las personas contagiadas eviten un tratamiento casero y opten mejor ir al médico del centro de salud, unidad médico familiar o al particular.
León Hernández expuso que actualmente, el dengue está clasificado en grave y no grave, que es el que refleja la mayoría de los enfermos.
En los casos de las personas no graves, el especialista de la Secretaría de Salud mencionó que los síntomas son fiebre, dolor de cabeza o el cuerpo en lo general, mientras que en el de los enfermos graves, son los de ataque en general al sistema nervioso y órganos internos, y por consiguiente, vómito y posible hemorragia.
Se trata, alertó el doctor Alfonso León, de daños al hígado y aparato digestivo, de donde, remarcó, la hemorragia puede llevar a la muerte.
“El paciente ya empieza a tener alteraciones en el sistema nervioso central, tubo digestivo, y entonces, se pueden presentar los cuadros de hemorragia muy fuertes. Principalmente, empieza a vomitar sangre, empieza a hacer pipí con sangre, empieza a hacer sus necesidades con sangre”, describió.
Reconoció que uno de los problemas de los síntomas del dengue es que muy difícil distinguirlo de otras enfermedades infecciosas similares y en ocasiones, las personas se auto-medican y ello, remarcó, les puede ocasionar una mala evolución clínica y empeorar en su estado de salud.
León Hernández advirtió que no es conveniente la auto-medicación o tratamiento de algún familiar al paciente, aun cuando por lo regular sólo se advierten dolores musculares que pueden ser atendidos con Paracetamol, por si se advierten síntomas más graves, éstos urgen ser valorados por un médico y en ocasiones requieren de hospitalización.
“El dengue es una enfermedad muy compleja, pero su tratamiento es muy sencillo. El tratamiento se dirige principalmente a controlar los síntomas. Si el paciente tiene fiebre, sabemos que el único medicamento que puede tomar el paciente es el Paracetamol, además el paciente tiene que consumir mucho líquido y reposo”, expuso.
“En muchas ocasiones sabemos que esta enfermedad en las primeras etapas a veces es muy difícil diferenciarla de algunas otras enfermedades infecciosas y en muchas ocasiones, las personas se auto-medican y normalmente eso no debe de pasar, porque eso a veces puede ocasionar también la mala evolución clínica en estos mismos pacientes”, agregó el médico internista.
Por ello, recomendó que en las familias en las que se identifique síntomas de dengue en personas vulnerables, como los adultos mayores, llevarlas de inmediato al médico del centro de salud, unidad médico familiar o particular.
“Es muy importante que cuando tenemos un paciente en casa, independientemente del grupo de edad, siempre tenemos que ir con nuestro médico. ¿Por qué? Porque, pues, obviamente él sabrá hasta cierto punto si es necesario dar tratamiento o simple y sencillamente, educar al familiar para reconocer los signos de alarma, darle mucho líquido al paciente, reposo y vigilancia, o bien, si es necesario que este paciente acuda a un hospital para recibir atención médica un poquito más especializada”, alertó.
De parte del sector salud, aseguró, hay una constante capacitación al personal médico de los tres niveles de atención para que pueden identificar oportunamente los síntomas de dengue, como los de mayor riesgo que puedan ocasionar el fallecimiento del paciente.
La Secretaría de Salud de Tabasco, mantiene una campaña continua en todos los hospitales y en los centros de salud. Normalmente, donde se está capacitando continuamente a todos los médicos de primer nivel, segundo nivel y tercer nivel, principalmente para el manejo y diagnóstico oportuno del dengue y obviamente, disminuir las tasas de mortalidad, es decir, de muerte o de complicaciones.
En cuanto al contagio de este virus, recalcó que el dengue no se contagia de persona a persona, sólo con picadura de mosquito de la especie Aedes Agypti, que originalmente contrajo la enfermedad de otra persona que ya tenía dengue, pero este insecto sólo puede contagiar una sola vez.
“Normalmente, pica a una persona enferma. Posteriormente, viene la fase de reproducción del virus a nivel del tubo digestivo del mosquito. Normalmente son de 2 a 6 días. Posteriormente, ese mismo mosquito pica a otra persona sana y le transmite el virus y el virus empieza a circular en la sangre y empieza los datos clínicos de la enfermedad”, anotó.
Sostuvo que, si muy bien el dengue no se transmite de persona a persona, sí existe el riesgo que, al convivir en familia, alguien se encuentre enfermo de este virus, luego de ser picado por el mosco, y por lo tanto, si es picado por otro mosco similar, éste contagia a otra, en la misma vivienda.
León Hernández advirtió que, en el caso de Tabasco, por su temperatura y abundancia de zonas de encharcamientos, toda la población está expuesta a adquirir el dengue, pero son los adultos mayores, niños y quienes padecen de enfermedades crónicas los que tienen mayor vulnerabilidad a padecer los síntomas.
Explicó que el riesgo de que se registren mayores brotes de dengue radica en que el dengue es una enfermedad con repuntes cíclicos de cuatro o cinco años y además de que en los últimos años, ya son cuatro serotipos con las que se contagia la enfermedad, por lo que, si alguien es contagiado, es posible que en un siguiente año pueda adquirir la enfermedad, debido a que no adquirió inmunidad contra las otras tres variantes.
La prevención, añadió el médico internista, radica en evitar estar cerca de personas enfermas y cuidar el entorno doméstico de no contar con recipientes, como cubetas o macetas con agua, porque son los sitios para el desarrollo de las larvas del mosquito transmisor.
