El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó este martes una orden ejecutiva que restringirá de manera drástica las solicitudes de asilo en la frontera con México, en lo que supone una de sus medidas migratorias más duras y que llega en plena campaña para las elecciones generales, cuando faltan apenas cinco meses para las elecciones del 5 noviembre próximo.
Aunque la medida fue anunciada el lunes por los medios y se preparaba desde abril, no se esperaba su dureza, ya que se pensaba que el cierre de la frontera y comienzo de las deportaciones iba a ocurrir cuando se alcanzara la cifra de 4 mil detenciones durante un plazo de siete días. La orden firmada por Biden rebaja casi a la mitad esa cifra.
Las autoridades estadounidenses podrán deportar a quienes no cumplan unos estrictos estándares de asilo cuando se supere la cifra de 2 mil 500 detenciones diarias en la frontera durante un promedio de siete días, detallaron a la prensa altos funcionarios estadounidenses, por lo que la frontera podría ser cerrada el próximo martes.
La orden entrará en vigor este mismo martes porque ya se está superando esa cifra de 2 mil 500 detenciones con una media de 4 mil 200 arrestos diarios ocurridos en abril, la última cifra oficial disponible.
Los protocolos para solicitar asilo volverán a relajarse una vez que esa cifra disminuya a mil 500 en promedio durante 14 días, lo que podría ser difícil de alcanzar ya que la última vez que el promedio de detenciones bajó a mil 500 fue en julio de 2020, en plena pandemia.
Sólo riesgo de tortura o persecución en su país
Según detallaron los funcionarios, quienes lleguen a la frontera una vez que se supere el umbral de 2 mil 500 estarán sujetos a «un estándar significativamente más alto» para calificar para asilo.
En concreto, en esa instancia, los migrantes deberán demostrar que existe una «posibilidad razonable» de que están en riesgo de sufrir torturas o ser perseguidos si son devueltos a su país de origen.
Los funcionarios argumentaron que Estados Unidos se adherirá a las obligaciones de la convención de Naciones Unidas contra la Tortura, que prohíbe expulsar a alguien a un país donde puede ser torturado.
“Deportaciones en horas o días”
Sin embargo, si los migrantes no son capaces de demostrar que califican para asilo bajo este estándar más elevado, serán deportados en cuestión de «horas» o «días».
En ese caso, la situación variará dependiendo de su nacionalidad. Aquellos que sean mexicanos o nacionales de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela serán devueltos directamente a México en virtud de acuerdos previos de EU con las autoridades mexicanas.
Por otro lado, quienes lleguen a la frontera desde otras partes tanto dentro como fuera del continente americano, serán expulsados en vuelos de deportación a sus respectivos países.
Excepciones
La norma contempla excepciones: los no acompañados que viajan hacia el norte no están sujetos a las restricciones, al igual que las víctimas de tráfico de personas, aquellos que enfrentan una emergencia médica aguda o una amenaza extrema para su vida y seguridad.
Además, se seguirán procesando los casos de asilo de las personas que hayan pedido una cita a través de la aplicación celular CBP One, que ofrece aproximadamente mil 450 citas diarias para pedir asilo.