En el marco del Día Mundial de la Preeclampsia, la Secretaría de Salud, a través del Instituto Nacional de Perinatología (INPer) “Isidro Espinosa de los Reyes”, destaca la importancia de la prevención, diagnóstico oportuno y seguimiento materno-fetal de esta enfermedad que representa un riesgo significativo para la vida de la madre y el bebé.
¿Qué es la preeclampsia y por qué es tan importante detectarla a tiempo?
La preeclampsia es una complicación del embarazo caracterizada por presión arterial alta y daño a órganos, especialmente al hígado y los riñones. Si no se detecta y trata adecuadamente, puede evolucionar hacia formas graves que comprometen la vida de la madre y del recién nacido.
La prevención de la preeclampsia debe iniciarse antes de la semana 13 de gestación, momento clave en el desarrollo de la placenta. La jefa del Departamento de Medicina Materno Fetal del INPer, Sandra Acevedo Gallegos, explica que el tamizaje temprano permite identificar a las mujeres con mayor riesgo, como aquellas con antecedentes de diabetes, hipertensión, enfermedad renal, obesidad, embarazo por primera vez o edad materna igual o mayor a 40 años.
Una vez identificadas, estas mujeres pueden recibir medicamento en dosis bajas y suplementación con calcio, siempre bajo supervisión médica, para prevenir la aparición o severidad de la preeclampsia.
Educación y seguimiento: pilares para prevenir complicaciones
El INPer impulsa un programa de educación y vigilancia prenatal que promueve acciones preventivas como:
Consultas en el primer trimestre.
Alimentación saludable.
Suplementación con calcio y ácido fólico.
Control del peso.
Ejercicio moderado.
Evitar alcohol y tabaco.
Monitoreo de la presión arterial.
Descanso y manejo del estrés.
Consecuencias a corto y largo plazo
La preeclampsia afecta órganos vitales como el cerebro, el corazón, el hígado y el sistema de coagulación. Por ello, el tratamiento debe ser individualizado y puede requerir vigilancia intrahospitalaria en los casos más graves.
Además, las mujeres que han tenido preeclampsia presentan un riesgo elevado de desarrollar:
Enfermedad cardiovascular.
Hipertensión crónica.
Enfermedad renal.
Se recomienda su evaluación médica continua durante los siguientes 5 a 10 años. Por su parte, los recién nacidos, al haber sido prematuros o con bajo peso, también requieren seguimiento a los 6 meses, 1 año, 5 años y 10 años de edad.
El seguimiento del embarazo es la mejor herramienta para garantizar la salud de la madre y del bebé.
Acevedo Gallegos reiteró que acudir puntualmente a las consultas médicas permite detectar a tiempo cualquier complicación y brindar una atención integral durante toda la gestación, fortaleciendo así el bienestar de las familias.