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La depresión se constituye como todo un problema de salud pública que afecta la vida de 280 millones de personas en todo el mundo, de acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS). De esa cifra, 3.1 millones son mexicanos, de los cuales el 1% tiene una enfermedad severa, según los datos de la Secretaría de Salud.
Lorena Rodríguez, de 27 años, es originaria de Garagoa, Boyacá, en Colombia y tras 17 años de lucha contra la depresión decidió tomar una arriesgada e innovadora decisión: ser la primera persona en realizarse una cirugía para tratar ese padecimiento que simplemente no la dejaba vivir.
Lorena la reveló a la prensa de su país natal que tomó la decisión porque «empecé a sentirme preocupada todo el día. Muchas veces sentía palpitaciones fuertes combinadas con momentos de total apatía a la vida, donde no podía con tareas cotidianas como bañarme o arreglarme. Ahí busqué ayuda, dije: ‘esto no es normal’».
Después de probar varios tratamientos psiquiátricos, la mujer de 27 años tomó la decisión que el 9 de abril pasado se realizaría el procedimiento, nunca antes realizado, en el Hospital Internacional de Colombia, en donde los especialistas le realizaron una cirugía de Estimulación Cerebral Profunda (DBS) con cuatro electrodos para el tratamiento de la depresión.
Las mujeres son quienes más padecen depresión, pero ello no exime a los hombres, ni tampoco a jóvenes o adultos mayores, todos pueden ser presa de ella. La información sobre el procedimiento quirúrgico es fascinante. «Consiste en colocar unos electrodos, unos chips dentro del cerebro que están conectados a una batería, la cual envía impulsos eléctricos», explicó el médico neurocirujano William Omar Contreras López.
El especialista detalló que al inicio se contemplaba dos implantes, pero al final a Lorena le colocaron cuatro para tratar no sólo su depresión, sino también la ansiedad y «obsesiones». Contreras López asegura que la paciente puede ir a nadar o realizar actividades físicas sin ningún contra tiempo.
Tras unos meses de la cirugía, Lorena se dice feliz, que era el objetivo primordial. «Después de la cirugía empecé a sentir muy buenos cambios. Pude volver a arreglarme y dije: ‘Lorena, eres tú’. Pude volver a sentir felicidad», señaló luego de haber sido la primera persona sometida a una operación para tratar la depresión.
