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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, rompió horas de tensión silenciosa entre EU e Irán asegurando que no dudará en atacar al país persa si este decide vengarse del asesinato del general Qasem Soleimaní “atacando a estadunidenses o a intereses estadunidenses” en Oriente Medio.
En una cadena de tuits, el mandatario alertó a Teherán que “será atacado muy rápido y muy duramente” si llega a lanzar algún tipo de ataque para vengar el asesinato del poderoso general el viernes, quien lideraba las fuerzas Al Quds, la milicia exterior de la Guardia Revolucionaria iraní, el cuerpo de élite del ejército.
Concretamente, Trump aseguró que Estados Unidos ha “localizado 52 lugares iraníes, algunos de muy alto nivel e importancia para Irán y su cultura”, que podrían ser atacados si esa fuera la decisión del mandatario. El presidente estadunidense aclaró que su liderazgo militar ha elegido esos 52 lugares “representando a los 52 rehenes estadunidenses tomados por Irán hace muchos años”.
La amenaza de Trump contra lugares de interés cultural ha despertado alarma en la comunidad militar estadunidense. Colin Kahl, quien fue asesor del expresidente Barack Obama y asesor de seguridad nacional del exvicepresidente Joe Biden recordó en Twitter que atacar sitios culturales “es un crimen de guerra”.
Entre tanto, la Casa Blanca notificó ayer al Congreso su decisión de lanzar el bombardeo con drones que mató a Soleimaní.
MANIFESTACIONES. Esto, el mismo día en que miles de estadunidenses se manifestaron en alrededor de 70 ciudades del país contra los recientes ataques de EU en Oriente Medio, incluyendo el que la semana pasada mató a 20 milicianos chiíes en Irak.
“GRAN ERROR”. En paralelo, el presidente iraní, Hasán Rohaní, alertó ayer que “los estadunidenses no se dieron cuenta del gran error que cometieron” y advirtió que “los efectos de este error los verán no sólo hoy sino a lo largo de los próximos años”.
