Con el fin de reforzar la salud de los menores de edad en las vacaciones de verano, la Secretaría de Salud recomienda a los padres de familia vigilar su alimentación correcta, a través del seguimiento de hábitos adecuados de nutrición y actividad física.
Es conveniente que la familia procure ciertas acciones para que los niños no sufran las consecuencias de un repentino cambio de costumbres, y al mismo tiempo, no afecte su alimentación.
Entre las recomendaciones emitidas destacan tener refrigerios saludables a la mano como frutas, verduras, quesos frescos, galletas integrales y lácteos, así como realizar actividades físicas o deportivas.
La alimentación, recalcó la dependencia estatal, debe ser variada y debe incluir al menos los 3 grupos de alimentos de acuerdo al “Plato del bien comer”, es decir, frutas y verduras, cereales, leguminosas y productos de origen animal.
Se deben mantener los horarios habituales para tomar los alimentos; tomar agua natural para que favorecer la hidratación; evitar bebidas azucaradas (jugos y refrescos); y moderar el consumo de dulces y golosinas, sobre todo cuando estén frente a la televisión.
Asimismo, se sugiere disponer de más tiempo para realizar las comidas, ya que no existe la presión por llegar temprano a la escuela.
Cabe mencionar que cada organismo necesita diferentes aportes energéticos, dependiendo de la edad, actividad y estado fisiológico.