El gasto que se destina a la atención de tan sólo cuatro enfermedades crónico-degenerativas que se comen 70 por ciento de su presupuesto, que, junto con el pago del Régimen de Jubilaciones y Pensiones (RJP), son dos de las principales cargas que debe enfrentar el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para garantizar su existencia en los próximos años.
Las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, el cáncer de mama y de colon son cuatro males que en este momento amenazan las finanzas del Seguro Social pues tratarlas es tan costoso que llega a consumir siete de cada diez pesos de su presupuesto. según la propia institución.
De acuerdo con datos del instituto, tratar a un diabético en descontrol le cuesta 38 mil 338 pesos al año y con su insuficiencia renal crónica el gasto sube a 152 mil 453 pesos. Además el paciente sólo tiene una esperanza de vida de 62 años.
En contraste un diabético controlado representa un gasto 80 por ciento menor, evita padecer insuficiencia renal y da a la persona una esperanza de vida de 75 años.
Actualmente, la mayoría de los pacientes con enfermedades crónico-degenerativas son personas mayores de 60 años, población que genera 75 por ciento de las consultas en el IMSS.
Requieren de tratamientos más largos y complejos, lo que genera una carga negativa para los pacientes y sus familias así como para el instituto y el sistema de salud en general.
Pacientes
Se estima que tan sólo las enfermedades crónicas no transmisibles constituyen 81.8 por ciento de las consultas en el primer nivel de atención, 15 por ciento en el segundo nivel y 3.2 por ciento en el tercer nivel.
Según el IMSS, el cuidado de estos padecimientos es complejo y de alto costo y llegan a absorber altos porcentajes de gasto: 25.6 por ciento en el primer nivel, 53.4 por ciento en el segundo y 20 por ciento en el tercero.
Para los cuatro males, el IMSS calcula que se destinan 85 mil millones de pesos y de no apostarle a la prevención, la cifra se podría multiplicar en los próximo años.
Pero no sólo eso, el instituto advierte que aunado al creciente gasto médico atribuible al crecimiento de las enfermedades crónicas no transmisibles, este tipo de padecimientos también merma la productividad laboral, particularmente relevante para el IMSS debido a que también se absorben los gastos relacionados al pago de incapacidades por discapacidad y muerte que ocasionan.
En el caso del RJP será hasta 2035 cuando comience a bajar la presión financiera que ahora mismo es de 87 mil millones de pesos y crece a un ritmo anual del 10 por ciento.
Por ahora el propio instituto ha garantizado su viabilidad financiera al menos hasta el 2020, gracias a la estrategia de disciplina financiera implementada a partir de esta administración, cuando se encontraba técnicamente en quiebra a grado tal que debió utilizar 22 mil 755 millones de pesos de sus reservas.
Sin embargo, para 2016 el IMSS ya no tuvo que utilizar las reservas del Seguro de Enfermedades y Maternidad e incluso logró generar un superávit de seis mil 400 millones de pesos, lo que se repitió por segundo año consecutivo en el 2017 cuando alcanzó un superávit de ocho mil millones de pesos.
Si bien en este momento el Instituto declara gozar de finanzas sanas y haber pasado de números rojos a negros, lo cierto es que llega a sus 75 años de vida con una deuda de 2.5 billones de pesos por el Régimen de Jubilaciones y Pensiones de extrabajadores.
De aquí al 2070 deberá erogar miles de millones de pesos para el pago del RJP aunque en 2035 comenzará a disminuir debido a que se tendrá ya al grueso de personas con el nuevo régimen de retiro. Por eso uno de sus retos es seguir aumentando sus ingresos y generar ahorros. La fórmula es no gastar más de lo que se tiene.
Recursos para jubilación
En el caso del RJP será hasta 2035 cuando comience a bajar la presión financiera que ahora mismo es de 87 mil millones de pesos y crece a un ritmo anual de 10 por ciento.
De aquí al 2070 deberá erogar 2 billones de pesos para el pago del RJP aunque en 2035 comenzará a disminuir debido a que se tendrá ya al grueso de personas con el nuevo régimen de retiro.
Enfermedades crónicas
La diabetes, el cáncer de mama, de colon y enfermedades del corazón son los cuatro males que amenazan las finanzas del instituto. Consumen el 70 por ciento de su presupuesto.
De acuerdo con el IMSS el cuidado de los padecimientos crónico-degenerativos es complejo y de alto costo y llegan a absorber altos porcentajes de gasto: 25.6 por ciento en el primer nivel, 53.4 por ciento en el segundo y 20 por ciento en el tercero.