Una enfermedad silenciosa, que se ha convertido en la primera causa de muertes en nuestro país, son los padecimientos cardiovasculares, que representan más del doble del número de decesos que se registran por todos los diferentes tipos de cáncer juntos, incluyendo el de mama, próstata, “y muchísimo más que el VIH”.
El doctor Xavier Escudero, cardiólogo intervencionista y gobernador electo del Colegio Americano de Cardiología, sostuvo que las enfermedades cardiovasculares en México son la primera causa de muerte, es decir, para tener una idea clara, precisó, “uno de cada tres mexicanos vamos a morir de una enfermedad cardiovascular y las estimaciones son que se registran poco más de 100 mil muertes al año, por problemas cardiovasculares tales como: infarto al miocardio, infarto cerebral o de problemas graves de circulación”, declaró .
Señaló lo anterior, en el marco del lanzamiento de la campaña Alerta Colesterol. Hazte la prueba. Evita la Emergencia, a través de la cual se busca generar conciencia entre la población en general sobre la importancia de cuidar los niveles de colesterol, con diversos anuncios colocados en paradas de autobuses y en estaciones del Metro (STC-Metro).
El especialista sostuvo que estas muertes se podrían evitar con una acción tan simple como acudir al médico, revisar los niveles de colesterol —mientras más bajos sean estos niveles será mucho mejor—, y tomar acciones preventivas, como llevar una dieta sana, practicar alguna actividad física, y en casos necesarios, tomar medicamentos, muchos de los cuales han demostrado su efectividad para ayudar a bajar el colesterol.
Para el presente año, dijo, las estimaciones indican que por estos padecimientos cardiovasculares habrán fallecido alrededor de 102 mil mexicanos, por una enfermedad que ocurre, porque uno de los factores de riesgo es tener los niveles del colesterol alto y que poco a poco con el paso de los años se va depositando en las arterias, y el diámetro de éstas se va reduciendo, se va haciendo más duro, hasta que súbitamente se tapan.
“Todas las personas debemos conocer nuestros factores de riesgo, acudir al médico, verificar la presión, peso, niveles de glucosa y colesterol, sobre todo estos dos últimos que al principio no causan ningún síntoma, y ser altos o bajos, o delgados, no tiene nada que ver con el colesterol, no hay una correlación necesariamente directa e insistir no sólo en el colesterol total, sino en las fracciones, en el caso del LDL, que es el colesterol malo, es al que hay que enfocarse”.
Resaltó que los pacientes que ya tuvieron un problema circulatorio, un infarto o infarto cerebral, corren alto riesgo, así como los diabéticos tienen doble o triple riesgo de tener problemas circulatorios, y ellos deben tener un tratamiento más intensivo, subrayó.
El doctor lamentó que no se han tenido políticas de salud o educación en salud adecuadas para detener los padecimientos cardiovasculares “somos uno de los primeros lugares en el mundo de factores de riesgo: 70 por ciento de la población tiene obesidad; el 40 por ciento de las personas tiene colesterol o sus variantes alto; uno de cada tres adultos tiene la presión arterial alta y una cuarta parte de los adultos fuma; además de que una tercera parte tiene más de dos de estos factores juntos, de tal manera que tenemos una suma de factores de riesgo muy importantes”.
De ahí, que, enfatizó, la mejor acción que pueden tomar las personas es estar pendiente de estos factores de riesgo, que estén en niveles adecuados, y si están alterados, porque esa es nuestra naturaleza, mejorar nuestro estilo de vida con dieta, reducir el sobrepeso u obesidad, y hacer ejercicio. Una vez que hay una prescripción médica, enfatizó, “va a ser un tratamiento de control, de por vida, la adherencia al tratamiento es sumamente importante, la gente no debe olvidar que si deja de tomar las medicinas, la presión, la glucosa, el colesterol, vuelven a subir, si olvidamos tomar una o dos veces a la semana, ya es suficiente para no tener el mismo nivel de protección”.