Vida Bienestar: El llamado del Ser

Por: Laura Rosado

La vida es hoy

Algo que disfruto muchísimo es leer, ya sea novelas o libros de superación personal. Te cuento que acabo de terminar de leer “Sánate a ti mismo” de Deepak Chopra, y en uno de los últimos capítulos hay una sección que se llama “El llamado del Ser”, me pareció tan bonito, tan inspirador y tan claro el mensaje que decidí hacer la transcripción literal para compartirla contigo que me lees en esta sección de los lunes.

Aquí inicia: Las experiencias espirituales, como ninguna otra, son verificadas cuando se viven. Los santos y los sabios no descienden de especies separadas; nacieron con el mismo sistema nervioso que todos. La razón por la que han alcanzado un estado superior de consciencia no es mágica. En cambio, sienten una fuerza interior que podríamos nombrar el llamado del Ser, nada supernatural estaba involucrado. Día a día eligieron la paz por encima del conflicto, la consciencia por encima de la negación, el amor por encima del desamor, estas cualidades son atractivas, nos llaman a todos.

Pero otras fuerzas también nos llaman. La sociedad moderna tiene mucho estrés y prisa, y es aliviada por incontables distracciones, y no tiene cabida en ella una vida basada en la consciencia.

Al asistir a retiros de meditación se aprecia un crudo contraste a todo este barullo, pero cuando regresas a casa no puedes escapar de la cotidianidad. Mírate a ti mismo el día de hoy. ¿Cuánto tiempo usas para las obligaciones y demandas de trabajo y familia? ¿Qué tan cansado te hacen sentir las prisas? ¿Qué tanto añoras una distracción que te permita alejarte de todo esto? En términos prácticos, esto es parte de lo que significa una vida normal.

La mente está llena de ruido y actividad constante sólo para poder seguirle el paso a todo. Por sí mismas, las sesiones de meditación no son suficientes para contrarrestar todo el ruido que te aleja del silencio y la autoconsciencia. En la sabiduría tradicional universal este obstáculo fue señalado en su totalidad. No importa si alguien vivía en la antigua India en los tiempos de Buda o en la época actual en medio de una ruidosa ciudad: las mentes que no descansan siempre han existido.

La solución siempre ha sido el llamado al Ser. Cuando te sintonizas con este magnetismo interior, puedes mantener tu inspiración para crecer y evolucionar a lo largo de los años, décadas y toda la vida. El llamado del Ser significa reorientar tu atención lejos de las situaciones externas, pero eso no implica que ignores el mundo exterior o te resistas a él. ignorar es una forma de negación, resistir solo fortalece las ataduras de aquello de lo que intentas desprenderte. En cambio, de lo que hablamos es de una nueva relación entre dos mundos, el interior y el exterior. Piensa en la relación como una balanza con dos extremos. En uno de ellos, el llamado del mundo exterior domina por completo.

La vida tendrá ciertas características inevitables:

– Sentirse inseguro, constantemente vigilante para protegerte de la siguiente amenaza exterior.
– Una sensación de insignificancia al enfrentar fuerzas naturales titánicas.
– Presión para protegerte conformándote con las normas y el comportamiento social.
– Una necesidad constante de placeres banales, pues con esto puedes estimular una sensación del gozo de vivir.
– Miedo a la enfermedad, el envejecimiento y la muerte. Dado que la mayoría de las personas no funciona en este extremo, todo esto puede parecer lejos de la realidad cotidiana, sin embargo, en algún punto de la escala experimentamos grados de ansiedad y estrés y a menudo nos sentimos abrumados por la inseguridad que proviene de ser muy pequeños en un universo gigantesco o y vacío. El llamado del mundo exterior nos induce a anteponer la realidad física en primer lugar, la vida se convierte en una batalla para encontrar la felicidad y la seguridad bajo la amenaza de que todo puede colapsarse en cualquier momento. Hay maneras de enmascarar nuestra inseguridad, como la emoción de buscar y encontrar, la hipnosis del entretenimiento, y el impulso de tener éxito. Pero voltear hacia el mundo exterior buscando estas cosas, solo reforzamos su poder sobre nuestra atención. En el extremo opuesto, el llamado del Ser es de total rendición.
La vida entonces tendrá las características de la iluminación total, de la siguiente manera:
– Estar centrado y tranquilo interiormente, en un estado constante que no puede ser sacudido por circunstancias externas. Esto resulta en una sensación de completa seguridad.
– La consciencia de uno mismo provee la alegría y la satisfacción que la vida debe darnos.
– El cambio no es ya una amenaza porque te ves a ti mismo en un punto fijo de un mundo cambiante. La experiencia pasa a través de ti sin alterar tu estado.
– Vives en un eterno ahora, lo cual hace irrelevantes el envejecimiento y la muerte: se han diluido como parte de la ilusión del cambio.
– Al vivir de tu fuente, tu verdadero ser, siempre estás en contacto con la fuente de la creatividad y las posibilidades renovadas.
– No tienes conflictos contigo o con otras personas, porque la totalidad de la consciencia erradica el juego de los opuestos, incluyendo el juego de la luz versus la sombra, el bien versus el mal.
Este extremo puede ser remoto, hasta el punto de parecer de otro mundo, pero cualquier experiencia que llame tu atención en esta dirección ha sido causada por el llamado del Ser. Si pones atención, hay muchos momentos en los que te sientes a salvo y seguro; la vida se ve hermosa; la mente está tranquila y calmada; te sientes libre de reproches o preocupaciones; el pasado no trae malos recuerdos; es fácil aceptar y apreciar tu vida y a las personas en ella; el gozo interior brota, o sientes de alguna manera que una presencia superior existe y te abraza.
Todos valoramos estas experiencias sin que nadie nos diga que lo hagamos; son satisfactorias por sí mismas. No importa si el sentimiento dura dos días o dos minutos: la experiencia se siente eterna.

“La mente es todo, te conviertes en lo que crees”
Buda
Gracias por leerme. LAURA ROSADO/. LA VIDA ES HOY
Instagram @laurarosado.vidabienestar