HISTORIAS QUE LATEN
José quiere hacer de nuevo su vida tras ser echado de la casa de sus padres; hoy tiene un oficio y desea salir adelante con la ayuda de Dios
Después de un problema callejero, José Alfredo Jiménez Pérez resultó culpable por lesiones y condenado a purgar 7 años en el interior del Creset, ya que salió de prisión, su medio hermano lo despojó de la vivienda de sus padres, ahora vive en el puente peatonal que conecta a la colonia Gaviotas con La Manga. En este lugar se dedica a tejer y vender hamacas, pide el apoyo a alguna autoridad para tener una vivienda digna y hacer una nueva vida.
Su historia ha calado en sus vecinos y amigos que lo conocen. Durante los años que estuvo recluido en el Centro de Readaptación Social del Estado de Tabasco, CRESET, su padre falleció y su hermanastro se apoderó de la vivienda con alevosía y ventaja ya no dejó entrar a nadie a su domicilio. Y viéndose en esta situación, sin trabajo ni recursos, decidió vivir en el puente peatonal aprovechando que tiene techo.
“Lo único que quiero es tener una vida digna como los demás y seguir en paz conmigo mismo. En el reclusorio aprendí el oficio de tejedor de hamacas y lo más importante: que Dios está conmigo en todo momento y nunca me va a desamparar. Pido a las autoridades o alguna persona que me pueda ayudar a recuperar mi casa o qué me ofrezcan algún empleo para alcanzar a pagar una renta y empezar una nueva vida. Mientras vendo hamacas en el puente La Manga”.