Investigadores en nutrición de la Universidad de Valle de México, Campus Zapopan, presentaron un estudio en el que demuestran que los grillos son una fuente importante de proteínas para consumo humano, que podría ser usada contra la desnutrición infantil en corredores de alta marginalidad del occidente de México.
Según la investigación de la estudiante de licenciatura Jessica Segovia, en cada 100 gramos de tejido comestible de grillo Acheta domesticus se pueden obtener 69 gramos de proteína aprovechable, mientras que en 100 gramos de carne de pollo sólo 22 gramos son de proteína.
Durante el Encuentro Nacional de Nutrición de UVM, la estudiante universitaria explicó que su propuesta surgió del trabajo de servicio social realizado en una asociación civil dedicada a brindar atención y apoyo para niños de escasos recursos en Zapopan.
“Ahí me di cuenta que en estos centros de ayuda hay una población importante de niños en desnutrición, y es debido a que el dinero destinado para alimentos no es suficiente para que se les ofrezcan alimentos ricos en proteína”.
Bajo estas condiciones, la estudiante de nutrición realizó un protocolo de investigación en el que identificó que el grillo contiene vitaminas, algunas sales minerales y magnesio, pero sobre todo, tiene alto contenido en proteína.
Jessica Segovia manifestó que a pesar de los programas de nutrición infantil que se han llevado a cabo en los últimos años en México, las cifras de desnutrición continúan incrementándose en algunos sectores de la población. De acuerdo con estimaciones de la UNICEF, en zonas urbanas, 7.2 % de los niños entre cinco y 14 años de edad presentan desnutrición crónica, y la cifra se duplica en poblaciones rurales.
Derivado de estas observaciones, Jessica plantea la posibilidad de elaborar productos de grillo, como nuggets o suplementos alimenticios que se puedan consumir en agua o leche, con el fin de compensar la proteína necesaria para su cuerpo.
En su planteamiento señala que la cría de grillos tiene una producción sumamente económica debido a que los costos son bajos, desde el uso de suelo, hasta la alimentación de los insectos ya que sólo comen cáscaras de vegetales.
Debido a que los insectos son claramente mucho más pequeños, pueden ser criados en mayores densidades. Esto permite aprovechar el espacio también en vertical, por lo que se pueden producir 64 kilos de grillos por metro cúbico, frente a 40 kilos de pollo por metro cuadrado, mientras que, de carne de vacuno sólo se producen 0.13 kilos por metros cuadrado.
Para ello sólo se tendría que supervisar la calidad de los criaderos y mantener la higiene necesaria, limpieza en la jaula o cambiar el agua, por ejemplo. Actualmente el grillo es consumido como botana en diferentes estados; sin embargo, aún existe resistencia por algunas personas de consumir estos insectos.
“Considero que las personas deben conocer la ventajas de consumir grillos, que además de ser de bajo costo, tienen características nutritivas muy satisfactorias, por lo que es bueno considerarlos como una fuente rica en proteína”, manifestó la estudiante de nutrición de la Universidad del Valle de México, Campus Zapopan.