La modernidad borra del mapa a El Espino

Después de ser uno de los paradores turísticos más importantes del municipio de Centro, la ranchería El Espino, ubicada a 32 kilómetros de Villahermosa hacia la carretera a Frontera, en la actualidad se encuentra en el total olvido.

Hoy solo quedan ruinas de casas que alguna vez fueron restaurantes. Hace casi 30 años eran reconocidos por ofrecer los mejores pescados y mariscos de la región. Sus pobladores piden que se reactive de nuevo este lugar que quedó olvidado debido al cambio de trazo de carretera.

Los principales factores que llevaron a la quiebra este lugar, fueron la modernización de la carretera federal, el pez diablo y la falta de inversión, haciendo que esta ranchería con más de 2 mil habitantes sea como un pueblo fantasma.

Su gente se dedica a la pesca, sin embargo, debido a la baja demanda, las generaciones jóvenes han tenido que abandonar la actividad para buscar empleo en la ciudad.

Durante un recorrido realizado por Novedades de Tabasco, uno de los afectados, Evaristo Damián Ortiz, comentó que la reubicación de la carretera federal fue un golpe devastador para la economía local.

“Desde hace años que nos quitaron la carretera principal, nuestra ranchería se comenzó a venir hacia abajo, pues antes los que circulaban a diario pasaban a los restaurantes y eso generaba trabajo y circulaba el dinero, ahora estamos en el abandono”.

Agregó que con la aparición del pez diablo en la laguna donde solían pescar, disminuyó la cantidad de ejemplares: “Necesitamos que el Ayuntamiento nos voltee a ver, necesitamos reactivar nuestra economía, ya sea con granjas de pescado para producir y salir adelante”, señaló.

Asimismo, don Francisco Ávalos García, quien es otro poblador que se dedica a la pesca, lamentó cómo su comunidad poco a poco se apagó, con su red en mano comentó que antes era fácil conseguir el pescado, sin embargo con la llegada del pez diablo, la reproducción de las demás especies es casi imposible.

“Es triste ver que la abundancia se acabe,  hace años tiraba yo el paño desde mi casa que está a la orilla de la laguna y sacaba llena la red,  había de todo, ahora tenemos que madrugar y viajar varios kilómetros para sacar pescados, la plaga del pez diablo está acabando con nuestro trabajo, porque este animal se come la ‘huevecilla’ de los pescados y no deja que se reproduzca, esperamos que nos ayuden” indicó.

Ángela Ávalos Gómez, originaria de la comunidad dijo que “muchos muchachos se van del pueblo a estudiar para progresar pero aun así no encuentran trabajo, por lo que deciden regresar y ayudar con la pesca, sin embargo la situación es igual, no hay mucho que pescar para vender”.

Las estructuras lucen abandonas, pues ya nadie se desvía de la ruta para ir a comer

Con la reubicación de la carretera federal, ahora los conductores pasan a un costado de la comunidad

Otro factor negativo que lo llevó a la crisis, fue la invasión del pez diablo que no permite la repoblación de las demás especies

PUEBLO FANTASMA

  • Ubicado a 32 kilómetros de Villahermosa hacia la carretera a Frontera
  • Fue fundado hace más de 50 años
  • Cuenta con 2 mil habitantes
  • La mayoría se dedica a la pesca
  • Hace 30 años fue un parador turístico
  • Ahora le falta infraestructura

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