Colonia Mayito, sitio que gestó historia en la ciudad

Colonias de Villahermosa

Fue fundada en 1894 por Don Antonio Rullán Ferrer, en honor a su fábrica de jabón “Mayito”, la cual según se supo cerró en 1924

Villahermosa

Relata a Novedades Ricardo de la Peña Marshall que allá por el año de 1894 existió una fábrica de jabón, velas y veladoras en la que hoy sigue siendo la colonia Mayito, la cual era propiedad de Don Antonio Rullán Ferrer.

Todos los días en esta tocaba el silbato para la entrada y salida de los trabajadores; el primer pitido era a las 6 de la mañana y el segundo a las 3 de la tarde.

“Prácticamente la fábrica marcaba la pauta de los habitantes de la antigua San Juan Bautista, porque con el pitazo que se escuchaba hasta donde está Plaza de Armas se guiaban de la hora, ya que en esos tiempos ningún edificio tenía reloj”, asienta el historiador que más conoce a fondo las raíces de Tabasco.

Afirma que esta populosa colonia fue fundada en 1894 por Don Antonio Rullán Ferrer, en honor a su fábrica de jabón “Mayito”, la cual según se supo cerró en 1924.

Sostiene de la Peña Marshall que la historia de Villahermosa es compleja, llena de cosas buenas y malas. Y en ese sentido, reconoce que, es importante destacar cuál es una de las colonias que comenzó con la gran urbe que hoy conocemos como Villahermosa.

La famosa colonia Mayito de aproximadamente 5 mil habitantes, está ubicada frente al Cicom y está rodeada por Reforma, Primero de Mayo, Tulipanes y Centro.

Actualmente aún puede notarse en algunas fachadas de casas de la colonia una arquitectura colonial, característica del periodo en que gobernó el presidente Porfirio Díaz, conocido como El Porfiriato.

Otra de las características es la presencia de un pozo de agua de quinta a través del cual se surtió la población villahermosina durante más de 70 años.

También alberga a la famosa churrería Mayito, donde se dice se expenden los mejores churros de Tabasco.

Cuenta también el historiador Antonio Elías Balcázar que Don Antonio Rullan Ferrer era propietario de un inmenso terreno y decidió donar lotes para sus trabajadores, con el solo compromiso que cada quien tramitara su escritura.

Así se formó lo que ahora es la Colonia Mayito y su calle principal lleva el nombre en su memoria la cual abarca desde la avenida 27 de Febrero hasta el Periférico, frente al Cicom.

En la calle dejó espacio para una escuela, que construyeron de madera y se ubicaba frente a lo que hoy es la iglesia católica del Señor de Tila. Con el tiempo desapareció, pero después el entonces gobernador Carlos A. Madrazo la sustituyó por la escuela “Lic. Adolfo López Mateos”, en la calle Ocampo, donde comienza la calle Rullán Ferrer. Luego la reubicaron junto al parque “Lic. Manuel Sánchez Mármol”, conocido como “la pólvora”, donde actualmente permanece.

Adelante, frente donde ahora está la iglesia católica, vivía la familia Castro Vidal. Uno de sus miembros Rufo Castro Vidal, poeta, autor de “Amanecer de mi tierra”. Cerca de ahí, don Honorato Barrueta, quien en el patio de su casa tenía un pozo de donde sacaba agua y vendía a las familias del centro de la ciudad en latas de 20 litros que transportaba en un caballo.

Don Samuel Beaurregard vivía en lo que hoy llaman Callejón de Aguadores, porque al frente de su casa también había otro pozo y al igual que don Honorato la comercializaba.

El citado pozo hoy es atendido por Alberto Enrique Silván Morales, el último vendedor de agua de pozo en Tabasco.

La aventura de este comenzó siguiendo los pasos de Samuel Beaurregard, quien era su tío, y además fue conocido como el primer aguador de este afamado callejón, quien en los años 40 comenzó con la construcción del pozo para después dedicarse a la venta de agua en lata, la cual transportaba en una carreta jalada por un caballo.

Con el pasar del tiempo y la globalización económica, llegaron varias empresas dedicadas a la venta de agua en garrafón, de manera que actualmente solo vende entre 15 y 20 garrafones que transporta en su triciclo, principalmente lo hace por la colonia Municipal, Mayito y Centro.

Expresó que el agua se encuentra completamente limpia, se filtra desde el subsuelo y además pasa por otro filtro antes de llegar a los garrafones, además de que es supervisado por la Secretaría de Salud, pero sobre todo afirmó tiene un sabor peculiar y quienes la consumen prefieren esta que el agua embotellada, pues incluso se cree que tiene propiedades curativas.

En el libro “Villahermosa, nuestra ciudad”, se dice que en la calle Mayito había una familia que tenía un taller donde fabricaban cajas de madera de aproximadamente un metro ancho por sesenta centímetros de fondo y sesenta de alto, y con una tapa en la parte superior, forrada de lámina brillante y decorada en línea serpenteada de arriba hacia abajo con colores alternados, rojo con azul o verde. La tapa no era comba sino plana. Los sábados, a eso de las cuatro de la tarde las llevaba a vender con don Justo Maltrana o a la Casa Mena, ambos establecidos en la calle Madero.

La fábrica de jabón, velas y veladoras fue ícono del lugar

Pie de foto

Agencias

Don Samuel Beaurregard fue el último vendedor de agua que lo hacía en carreta jalada por un caballo

En la actualidad todavía hay pozos artesanales en el llamado “callejón de los aguadores”

Colonia Mayito

Fundación: 1894

Creador: Antonio Rullán Ferrer

Sitios destacados:

Fábrica de jabón, velas y veladoras Mayito,

La laguna La Pólvora

Pozo de Quinta y la Churrería Mayito

Fuente: Historiadores

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