El jacinto, de los pantanos a patrimonio artesanal

Recolectarlo requiere de fuerza de trabajo, combustible, cayucos, herramientas, una fuerte inversión para el artesano. Para evitar que esto reduzca su ganancia, el IFAT emprende jornadas de acopio de materia prima.

Fotos: Cortesía IFAT

Una artesanía, de acuerdo con la definición de la Fonart, es un objeto o producto de identidad cultural comunitaria, cuya materia prima básica transformada, generalmente es obtenida en la región donde habita su creador.

Para los artesanos tabasqueños el jacinto o lirio acuático, es más que maleza o plaga, basta pasar por sus manos para convertirse en trozos de identidad.

Tortilleros, cojines, cigarreras, carpetas, billeteras, bolsas, sandalias, petates, abanicos, cestos, posavasos, carteras, portarretratos, son las piezas más comunes que hombres y mujeres de Nacajuca elaboran –casi de forma inherente- con esta planta.

Pero detrás de estos objetos, hay un proceso de producción, arduo, desde la obtención de la materia prima proveniente del ambiente, hasta su manufactura.

Recolectar el jacinto requiere de combustible, fuerza de trabajo, cayucos, herramienta, incluso alimento e hidratación pues la jornada se extiende por varias horas. El tiempo, esfuerzo y sobre todo dinero que los artesanos requieren para hacerse de su material, reduce las ganancias que logran por su producto.

Para apoyarlos, el Instituto de Fomento a las Artesanías de Tabasco (IFAT) ha emprendido jornadas de acopio de materia prima y, de acuerdo a la hora y el día que los artesanos les indiquen, proporcionan un vehículo de cuatro toneladas, un cayuco y personal para ayudar en la fase de recolección, el recorrido más reciente fue en la zona denominada campo zen, en Nacajuca.

“Hemos ido a la zona de Nacajuca, conocida como campo zen, que es donde los artesanos de este municipio han determinado que aquí está la calidad o las condiciones de la fibra que requieren, porque jacinto hay en todas partes, pero no en todas partes tiene la resistencia, la elasticidad, el tamaño largo del tallo, es decir, las características para los productos que van a elaborar”

Tisve Salazar Ramos

Directora del IFAT

EL DATO

Las jornadas de acopio se ofrecen a los artesanos en general, independientemente del producto y materia prima que utilicen, destacó el IFAT.

Un grupo de artesanos acudió al campo zen en Nacajuca para cortarlo.

No es una labor sencilla y se requiere de experiencia para adentrarse a los cuerpos de agua.

El IFAT proporciona el cayuco a quienes lo soliciten.

Cortan el jacinto de tallo adecuado para extraer la fibra.

Se recolectó suficiente materia prima.

Utilizan un camión de 4 toneladas.

El corte se volvió un día de convivencia.

Por su flexibilidad tiene la capacidad para ser tejida en diferentes tramas.

Se da en las zonas bajas pantanosas y lagunas.

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