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¿Quién no ha deseado retroceder en el tiempo para evitar un desastre? Pese a todos los avances de la tecnología médica, vastos estudios y numerosos especialistas en epidemiología, hoy en día el mundo está de cabeza a causa de un virus que por sí mismo es de baja letalidad pero que aprovecha las pobres condiciones de salud de su hospedador para condicionar su vida.
Es así como la hipertensión, diabetes, obesidad, enfermedad renal, entre algunas de las epidemias crónicas que prevalecen en el país, ya comprometían de manera previa la salud de las personas que han sido infectadas con el microorganismo, pudiendo ser COVID-19, algún neumococo causante de otras infecciones en vías respiratorias o hasta el mismo virus de la influenza.
Aunque carecer de enfermedades sistémicas no garantiza la inmunidad absoluta ante el brote de algún microorganismo nocivo a la salud humana, vivir libre de este tipo de padecimientos ofrece mayores oportunidades de que el cuerpo humano se defienda, y si no logra repeler en su totalidad el ataque de “los bichos”, tener mejores armas para enfrentarlos.
Los mexicanos estamos rezagados ante la presencia de cualquier crisis sanitaria porque en vez de aprovechar la vasta diversidad de frutas, verduras, cereales y leguminosas que existen en el país, optamos por evitarlas y con ello abrimos la puerta a cualquier enfermedad.
Lejos de fanatismos ideológicos, se ha corroborado una y otra vez que quienes basan su dieta únicamente en alimentos de origen natural logran un estado corporal alcalino, el cual promueve y mantiene la salud, en contraste de la condición ácido que favorece el desarrollo de padecimientos.
Explicado de manera coloquial, e incluso hasta sosa, entiéndase estado corporal alcalino como una casa cuyos pisos, ventanas, paredes y muebles están en pulcras condiciones y en su lugar; por el contrario, un estado ácido es como una habitación que no ha sido ventilada, en la que abunda la mugre por todos lados, así como el desorden.
Con cuatro décadas de trabajo profesional, el doctor Gilberto Camacho Sánchez comentó que lo primero que hace al atender a un paciente es modificar su dieta… “más si se trata de casos agudos, específicamente en cuadros febriles en los que se debe proporcionar una dieta de bajo contenido calórico”, apuntó. “Los mexicanos estamos diez, veinte y hasta cuarenta pasos atrás en salud cuando basamos la alimentación en productos de origen animal y procesados, ya que éstos sólo promueven el estado ácido y de ahí el origen de las enfermedades que hoy día son problema de salud pública”, subrayó el especialista en medicina natural, homeopatía y acupuntura.
DESDE LA CUNA DECADENTE. “Para mala fortuna, poca o ninguna importancia damos a lo que nos llevamos a la boca, pues pensamos que con el uso de antibióticos, antivirales u otros medicamentos podemos comer y beber lo que nos apetezca”, dijo el doctor Camacho. Al respecto destacó que esto es un gran error, pues las personas deben saber que la ingesta de comidas con alto contenido de calorías promueve la inflamación de las vísceras, retarda los procesos de reparación celular y la respuesta inmune.
Estas deficiencias en el funcionamiento del organismo comienzan a desarrollarse desde la infancia cuando en casa hay nulo consumo de frutas, verduras, semillas y oleaginosas, y en vez de esto la dieta se basa en carnes y productos procesados.
El especialista en tratamientos naturales explicó que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el consumo de carne es condicionante de cáncer colorrectal. Aunado a esto, dijo que cuando ingerimos comida con grasa, ésta entra al organismo de manera líquida al estar caliente, pero que una vez que circula por el torrente sanguíneo se enfría y solidifica, con lo que se bloquean estas vías dando inicio al desarrollo de la hipertensión y al endurecimiento de venas y arterias.
“Las personas deben hacerse responsables de su propia salud y no esperar que medicamentos, políticas públicas o el sistema cuiden de ellos. El sostener una dieta basada en frutas, verduras, semillas y oleaginosas no sólo preparará al cuerpo para enfrentar un virus sino cualquier enfermedad en general”, subrayó el doctor Gilberto Camacho.
Apostar por este tipo de conductas saludables, en vez de estar esperando por vacunas y tratamientos que tardarán algún tiempo en desarrollarse, es la manera con la que quizás se podría combatir el rezago sanitario que enfrentan los mexicanos. Autoridades sanitarias de administraciones pasadas advertían que en un futuro se presentaría un evento pandémico como el que hoy tiene de cabeza al mundo pero como en el cuento de Pedro y el Lobo no enfatizaron en esquemas de prevención elementales como el que predica el doctor Camacho Sánchez.
A lo largo de cuarenta años de ejercicio profesional, el especialista en medicina natural ha tenido participación en el fomento de la salud en México, ya que durante algunas décadas enriqueció el menú del Restaurante Vegetariano por Tradición, el cual abrió sus puertas en el Centro de la Ciudad de México desde 1936, el primero de su tipo en el país y quizá en América Latina.
Para finalizar, se le preguntó al doctor Gilberto la viabilidad y factibilidad de implementar Ley Seca y prohibición de consumo de tabaco mientras dure la contingencia a lo que recomendó que temporalmente sería muy bueno, ya que el tabaco y alcohol merman todas las mucosas del cuerpo humano, y si éstas son los principales vías de entrada es como facilitar la adquisición de la infección.
¿A QUIÉN CONSULTAR?
Dr. Gilberto Camacho Sánchez
Whatsapp: 722-168-5775
¿Qué ver?
Super Size Me (Súper engórdame), 2004
El cineasta independiente de origen estadunidense Morgan Spurlock documenta cómo su cuerpo se va deteriorando a partir de la absoluta ingesta de comida chatarra. Disponible gratis en youtube.
